Coca‑Cola® es una bebida carbonatada icónica, reconocida mundialmente por su sabor refrescante, su color ámbar profundo y su irresistible efervescencia. Fue creada en 1886 por el farmacéutico John S. Pemberton en Atlanta, EE. UU., inicialmente como tónico medicinal. Desde entonces, se ha convertido en el refresco más popular y vendido en más de 200 países .

Ingredientes clave

• Agua carbonatada

• Azúcar: en EE. UU. generalmente maíz de alta fructosa; en otros países puede usarse azúcar de caña o remolacha

• Color caramelo (E150d)

• Ácido fosfórico: aporta el característico toque ácido

• Aromas naturales: fórmula secreta “7X” mantiene su sabor único

• Cafeína: ofrece un leve efecto estimulante (~34–46 mg por lata de 355 ml)

Valores nutricionales (por lata de 355 ml)

• Calorías: ~140 kcal

• Azúcares: 39 g (~10 cucharaditas)

• Grasas, proteínas, fibra: 0 g

• Sodio: ~45–85 mg

• Cafeína: alrededor de 46 mg

Coca‑Cola ofrece una mezcla equilibrada de dulzor, acidez y ese toque de especias de su mezcla secreta. El sabor es refrescante, burbujeante y ligeramente cremoso al final, con un aroma característico a caramelo y vainilla. Su efervescencia estimula las papilas gustativas, realzando su perfil gustativo único.

Envasado y presentación

Está disponible en latas, botellas de vidrio o PET, en formatos individuales de 330–355 ml hasta presentaciones familiares. El diseño clásico rojo y blanco, así como su emblemática botella contorneada de 1915, son símbolos visuales de la marca

Historia y legado

Originalmente se formuló con extracto de hoja de coca y nuez de cola, lo que le dio su nombre. Aunque estas sustancias fueron eliminadas a principios del siglo XX, la marca ha conservado su notoriedad y nostalgia cultural . Su fórmula sigue siendo uno de los secretos comerciales mejor guardados y está resguardada en un museo‑atracción en Atlanta

Resumen para ecommerce: Coca‑Cola® es un refresco clásico, dulce, burbujeante y cautivador, con un sabor balanceado que combina azúcar, acidez y especias secretas. Ideal para consumirse muy frío, incluso con hielo, y para acompañar comidas, eventos, salidas o simplemente disfrutar en cualquier ocasión. Su color oscuro, efervescencia y presentación tradicional aportan un toque de familiaridad y frescura reconocida globalmente.